La enfermedad celiaca NO es una intolerancia 

A pesar de que FACE y sus asociaciones miembros realizan una importante labor de divulgación sobre la enfermedad celiaca, sus síntomas, su tratamiento y la dieta sin gluten, es inevitable que los pacientes y/o sus familiares y amigos busquen información en otros medios como blogs, redes sociales y páginas webs.

Cuando se consultan contenidos creados por personas que no son expertas en esta enfermedad, encontramos que los términos enfermedad, intolerancia, sensibilidad y alergia se utilizan de forma indistinta y confusa, lo que termina creando dudas entre los pacientes. 

Con este artículo nos gustaría sacaros de dudas y explicar exactamente cuáles son las diferencias entre todos estos términos. 

Aunque lo hayas visto y escuchado en muchos sitios, LA INTOLERANCIA AL GLUTEN NO EXISTE. 

Cuando hablamos de una intolerancia hacemos referencia a un conjunto de reacciones adversas que presenta una persona frente a un alimento. En esta reacción no está involucrado el sistema inmunitario y la causa suele ser metabólica, es decir, está provocada por la falta de la enzima necesaria para digerir un componente del alimento.

Un ejemplo es la intolerancia a la lactosa, el azúcar de la leche, que está provocada por la ausencia de la enzima, lactasa, encargada de su degradación. En el caso de la enfermedad celiaca no podemos hablar de intolerancia, porque, aunque existen síntomas gastrointestinales, el mecanismo que está detrás de estos síntomas involucra al sistema inmunitario. 

Ahora puede que te estés preguntando, ¿ENTONCES EN QUÉ CONSISTE LA ENFERMEDAD CELIACA?

La enfermedad celiaca es una patología multisistémica (afecta a diferentes sistemas del cuerpo, no solo al digestivo) de carácter autoinmune, provocada por la ingesta de gluten en individuos predispuestos genéticamente. En las personas celiacas la ingesta de gluten induce la activación del sistema inmunitario. Genera una respuesta inflamatoria en la que participan diferentes células y anticuerpos que dañan y destruyen las vellosidades del intestino delgado. Además, de ser una afección multisistémica, la enfermedad celiaca está asociada a otras enfermedades como la dermatitis herpetiforme, osteoporosis, artritis o daño hepático. 

Por otra parte, LA SENSIBILIDAD AL GLUTEN NO CELIACA es un trastorno asociado también al consumo del gluten y otros componentes del trigo. Se caracteriza por la aparición de síntomas intestinales y extraintestinales similares a los que presentan las personas con celiaquía. Los pacientes sienten mejoría al comenzar una dieta sin gluten, pero no cumplen con los criterios diagnósticos de la enfermedad celiaca.

Por último, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA CON UNA ALERGIA? Las alergias aparecen cuando nuestro sistema inmunitario, el encargado de protegernos frente a los diferentes patógenos, falla y reacciona frente a sustancias que no son peligrosas. Durante una reacción alérgica el sistema inmunitario detecta una sustancia inocua como algo peligroso y genera un tipo de anticuerpos (inmunoglobulinas E o IgE) y otras moléculas como las histaminas causantes de los síntomas característicos de las alergias. El trigo contiene gran cantidad de proteínas, entre ellas el gluten, y cualquiera de ellas puede desencadenar una reacción alérgica. 

Autor: Teresa Bermejo, Departamento de Comunicación y Divulgación Científica de FACE

Más información: celiacos.org

Fuente: Federación de Asociaciones de Celiacos

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